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domingo, 26 de marzo de 2017

CONVENTO NUESTRA SEÑORA DE LA CONSOLACION Y ERMITA MOZARABE


Entre el núcleo de población que forma el pueblo de Villanueva de Algaidas y su barriada, la Atalaya, situada ésta más al norte, pasado el cementerio y junto a la carretera, se levanta la mole ruinosa de un viejo edificio. Me refiero a lo que queda del antiguo convento de Nuestra Señora de la Consolación y que fue habitado en antaño por monjes franciscanos. Observándolo detenidamente, intento visualizarlo de como debió ser en su esplendor, abstrayéndome de cualquier objeto de posterior construcción y que pudiera estar fuera de contexto. Lo imagino dentro de una gran masa arbórea, compuesta principalmente de bosque mediterráneo y sumido en una profunda paz. Al volver con mis cavilaciones al mundo real, no puedo evitar molestarme al pensar cómo las distintas administraciones se gastan el dinero en cosas realmente absurdas y no lo emplean, entre otras cosas, para frenar el deterioro constante a los que están sometidos algunos de estos bellos edificios que forman parte de nuestro rico patrimonio histórico. 


Tanto en las fachadas del exterior, como en las dependencias de su interior, que se encuentran a cielo abierto por la falta de techumbre, se pueden ver pinturas al fresco de motivos vegetales y figuras humanas que decoran muchos de sus rincones. Hay una gran variedad cromática: ocres, marrones, rojizos, azules, verdes...


Si decidís visitarlo y camináis por su interior, hay que tener mucho cuidado, pues algunas de sus paredes y algunos de sus grandes arcos están condenados a un irremediable derrumbe. Estoy seguro, de lo que en su día fue el convento de Nuestra Señora de la Consolación, es uno de esos edificios que hay que ver antes de que desaparezcan totalmente de la faz de la tierra.
A pocos metros del convento y excavadas en la roca de arenisca, se abrieron entre los siglos IX y X una serie de cavidades destinadas al culto y que fueron usadas por la población mozárabe. La mayor, a la derecha, y con una superficie de más de 50 metros cuadrados, fue destinada a iglesia. Cuenta con tres cavidades, estando la central cubierta con una bóveda de cañón. La menor, de unos 11 metros cuadrados, y situada a la izquierda de la anterior, pudo haber estado destinada a ser la vivienda de los ermitaños. Todo realmente digno de ver.

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