Retomamos el camino. Dejamos a nuestras espaldas Quintanarraya e Hinojar del Rey, últimas localidades antes de salir del termino provincial de Burgos. Entramos en provincia de Soria y nuestra primera localidad es Alcubilla de Avellaneda.
En Zayas de Torre hacemos un pequeño descanso, suficiente para bocetear, rapidamente, alguna de las calles que dan forma al pueblo.
Ya por la tarde, llegamos a la localidad de Alcozar, pueblo rodeado por tierras de cultivo y con una elevación de terreno coronada por las ruinas de la ermita románica de Nuestra Señora de la Virgen del Vallejo y la conocida por los lugareños como la Torre del Reloj. Desde aquí arriba, se obtienen unas magníficas vistas de todos los alrededores. Junto al Ayuntamiento, donde pasamos noche, encontramos un edificio en ruinas con un bonito arco románico.
Al día siguiente, nuestros pasos nos llevarán a Langa de Duero, que ya intuimos al ver desde la lejanía la gran torre con forma de cubo que domina el pueblo y que tiene una altura de unos veinte metros aproximadamente.
En esta localidad acabaría el primer tramo de nuestro viaje por el Camino del Cid. Al año siguiente, comenzaríamos aquí donde lo dejamos, en Langa de Duero, y nuestro primer pueblo a visitar en esta nueva andadura sería Castillejo de Robledo, donde se supone que las hijas del Cid sufrieron las afrentas por parte de sus esposos los Condes de Carrión. Merece la ocasión visitar el interior de la la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora.
Continuará...
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