La
mayoría de las personas, nos empeñamos en conocer lugares y rincones que se
encuentran fuera de nuestras fronteras, bien sea en otro país, otra comunidad u
otra provincia…y eso está bien. Lo que me llama la atención, es que luego
desconocemos lo que tenemos en nuestra propia ciudad, detalles y monumentos
cargados de historia que preguntas por ellos a los conciudadanos y, en la
mayoría de los casos, nos resultan desconocidos. Este es el caso del castillo
de Santa Catalina. Ubicado en el Limonar, una zona privilegiada de Málaga, fue
construido en 1624 para dar protección a la población de los constantes ataques
que efectuaban los piratas berberiscos provenientes del norte de África. Con el
paso del tiempo, la fortaleza cayó en desuso, y no fue hasta comienzos del
siglo XX, que Manuel Loring instala su residencia junto a este pequeño
castillo. Las obras fueron proyectadas por arquitectos franceses y que dieron a la
edificación un bonito estilo neo-mudéjar. Hoy en día, ha sido convertido en un
precioso hotel, rodeado de bellos jardines y con unas vistas envidiables sobre
la ciudad. Esta fortaleza, declarada Bien de Interés Cultural, es uno de esos
lugares que merecen la pena conocer, visitar y dar un paseo por su bello y bien
cuidado interior.
Interesante, amigo Javilito
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